No, no es una historia de amor, pero tiene que ver con el amor y con el poder que éste tiene. El poder de curar o de destruir.
Trata de aquellos que caen en él, y el precio que pagan.
Y de los que huyen del amor, porque tienen miedo o porque no se creen dignos de él. Ella huyó. Él se rindió.
(Pecado original)
-
Un amor que te deje en la cuerda floja, al límite entre lacordura y la razón, entre el amor y la locura propiamente dicha
miércoles, 7 de diciembre de 2011
PD.
Querida Holly, no tengo mucho tiempo.
No literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Ésta será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte: Esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda.
Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado, me has convertido en un hombre queriéndome, Holly, y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo: Que nunca estarás triste o insegura o perderás por completo la fe, que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente. Qué suerte he tenido. Tú has llenado mi vida, Holly, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya. Habrá más, te lo prometo.
Y ahora viene el gran consejo: No tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.
Posdata: Siempre te amaré.
(Posdata: te quiero)
No literalmente, sino porque has salido a comprar helados y volverás pronto. Ésta será la última carta, sólo me queda una cosa por decirte: Esta carta no es para que me recuerdes ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda.
Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado, me has convertido en un hombre queriéndome, Holly, y por eso te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo: Que nunca estarás triste o insegura o perderás por completo la fe, que tratarás de verte con mis ojos. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente. Qué suerte he tenido. Tú has llenado mi vida, Holly, pero yo sólo soy un capítulo de la tuya. Habrá más, te lo prometo.
Y ahora viene el gran consejo: No tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.
Posdata: Siempre te amaré.
(Posdata: te quiero)
Lo perdido, perdido está para siempre.
¿Por qué siempre nos damos cuenta de las cosas que hemos perdido cuando ya no podemos recuperarlas?. Pero de nada sirven las lamentaciones, ¿verdad?, ni ponernos a revolver como locos los armarios o hacerle el boca a boca a sentimientos que ya no estan ahí, y querer recuperar el tiempo perdido a fuerza de vivir más aprisa, o pedir perdón cuando ya no queda nadie que nos pueda perdonar nada. Hay tantas cosas que echamos de menos... Porque no importa lo que perdamos: una camiseta vieja, un libro... el amor de nuestra vida. Lo perdido, perdido está para siempre.
Si yo.. tú
-Si yo... tú. Si caes... yo contigo y nos levantaremos juntos en esto unidos.Si me pierdo... encuéntrame. Si te pierdes... yo contigo y juntos leeremos en las estrellas cual es nuestro camino.
Y si no existe... lo inventaremos. Si la distancia es el olvido haré puentes con tus abrazos pues lo que tu y yo hemos vivido no son cadenas… ni siquiera lazos: es el sueño de cualquier amigo es pintar un te quiero a trazos y secarlo en nuestro regazo.
Si yo...tú. Si dudo, me empujas Si dudas, te entiendo Si callo, escucha mi mirada Si callas, leeré tus gestos.
Si me necesitas... silba y construiré una escalera hecha de tus últimos besos, para robar a la luna una estrella y ponerla en tu mesilla para que te de luz.
Si yo... tú. Si tú... yo también. Si lloro, ríeme. Si ríes, llorare pues somos el equilibrio, dos mitades que forman un sueño.
Si yo... tú. Si tú... conmigo. Y si te arrodillas haré que el mundo sea mas bajo, a tu medida, pues a veces para seguir creciendo
hay que agacharse. Si me dejas, mantendré viva la llama
hasta que regreses, y sin preguntas, seguiremos caminando.
Y sin condiciones te seguiré perdonando. Si te duermes, seguiremos soñando, que el tiempo no ha pasado que el reloj se ha parado. Y si alguna vez la risa se te vuelve dura, se te secan las lagrimas y la ternura, estaré a tu lado, pues siempre te he querido, pues siempre te he cuidado. Pero jamás te cures de quererme, pues el amor es como Don Quijote: solo recobra la cordura para morir. Quiéreme en mi locura, pues mi camisa de fuerza eres tu, y eso me calma, y eso me cura… Si yo... tú. Si tú, yo. Sin ti, nada.
Sin mi, si quieres... prueba.
Y si no existe... lo inventaremos. Si la distancia es el olvido haré puentes con tus abrazos pues lo que tu y yo hemos vivido no son cadenas… ni siquiera lazos: es el sueño de cualquier amigo es pintar un te quiero a trazos y secarlo en nuestro regazo.
Si yo...tú. Si dudo, me empujas Si dudas, te entiendo Si callo, escucha mi mirada Si callas, leeré tus gestos.
Si me necesitas... silba y construiré una escalera hecha de tus últimos besos, para robar a la luna una estrella y ponerla en tu mesilla para que te de luz.
Si yo... tú. Si tú... yo también. Si lloro, ríeme. Si ríes, llorare pues somos el equilibrio, dos mitades que forman un sueño.
Si yo... tú. Si tú... conmigo. Y si te arrodillas haré que el mundo sea mas bajo, a tu medida, pues a veces para seguir creciendo
hay que agacharse. Si me dejas, mantendré viva la llama
hasta que regreses, y sin preguntas, seguiremos caminando.
Y sin condiciones te seguiré perdonando. Si te duermes, seguiremos soñando, que el tiempo no ha pasado que el reloj se ha parado. Y si alguna vez la risa se te vuelve dura, se te secan las lagrimas y la ternura, estaré a tu lado, pues siempre te he querido, pues siempre te he cuidado. Pero jamás te cures de quererme, pues el amor es como Don Quijote: solo recobra la cordura para morir. Quiéreme en mi locura, pues mi camisa de fuerza eres tu, y eso me calma, y eso me cura… Si yo... tú. Si tú, yo. Sin ti, nada.
Sin mi, si quieres... prueba.
tus caderas.
-Este cambio de acera de tus caderas,
estas ganas de nada, menos de ti,
-estos labios que saben a despedida,
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación.
estos dedos que sueñan que te desnudan,
estas ganas de nada, menos de ti,
-estos labios que saben a despedida,
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación.
estos dedos que sueñan que te desnudan,
no te pido nada, simplemente que estés conmigo
Soportaré semanas sin verte y días sin poder hablar. Que salgas con tus amigos. Y que tengas todas las amigas que quieras. Aguantaré mentiras, mientras que después se conviertan en bonitas sorpresas. Ve de fiesta y pásalo bien, pero llámame después y júrame que todo sigue como antes. Te dejaré ver el fútbol cuando quieras, e iré a verte jugar. Celebraremos cada gol y cada buena noticia. Me acabaré enamorando de cada una de tus manías. Estaré contigo en cada problema que se acerque a tu alrededor. Me aguantaré mis ataques de celos, mis enfados repentinos y mi bipolaridad.
A cambio de todo esto no te pido nada, simplemente que estés conmigo.
A cambio de todo esto no te pido nada, simplemente que estés conmigo.
Las cosas que no nos dijimos.
Quieres que hablemos a corazón abierto, entonces me gustaría hacerte una pregunta y que me prometas responder con sinceridad. ¿Cuánto tiempo habrá durado tu historia de amor más larga? No te hablo de Tomas, ni de sentimientos soñados, sino de una relación vivida. ¿Dos, tres, cuatro, cinco años tal vez? Qué más da, dicen que el amor dura siete años. Vamos, sé sincera y contéstame. ¿Serías capaz durante siete años de entregarte a alguien sin reservas, de darlo todo, sin límites, sin dudas ni temores, sabiendo que esa persona a la que quieres más que a nada en el mundo olvidará casi todo lo que habréis vivido juntos? ¿Aceptarías que tus atenciones, tus gestos de amor se borraran de su memoria, y que la naturaleza, a la que le horroriza el vacío, llenara un día esa amnesia con reproches y anhelos no cumplidos? Consciente de que todo ello es inevitable, ¿encontrarías pese a todo la fuerza de levantarte en mitad de la noche cuando la persona a la que quieres tiene sed, o simplemente una pesadilla? ¿Tendrías ganas todas las mañanas, de prepararle el desayuno, de velar por distraerla todo el día, divertirla, leerle cuentos cuando se aburra, cantarle canciones, salir porque necesitará que le dé el aire, incluso cuando hace un frío helador? Y, al llegar la noche, ¿ignorarás el cansancio, irás a sentarte al pie de su cama para aplacar sus miedos y hablarle de un porvenir que, irremediablemente, vivirá lejos de ti? Si tu respuesta a cada una de esas preguntas es sí, entonces perdóname por haberte juzgado mal, sabes de verdad lo que es amar.
-¿Me estás hablando de mamá?
-No, querida, te estoy hablando de ti. Este amor que acabo de describirte es el de un padre o una madre por sus hijos. Cuántos días y cuántas noches pasados velando por vosotros, al acecho del más mínimo peligro que pudiera amenazaros, mirándoos, ayudándoos a crecer, secando vuestras lágrimas, haciéndoos reír; cuántos parques en invierno y cuántas playas en verano, cuántos kilómetros recorridos, cuántas palabras repetidas, cuánto tiempo dedicado a vosotros. Y, sin embargo, sin embargo…, ¿a qué edad se remontan vuestros primeros recuerdos de infancia?
>>¿Te imaginas hasta qué punto hay que amar para aprender a no vivir más que por vosotros, sabiendo que lo olvidaréis todo de vuestros primeros años, que en los años venideros sufriréis por lo que no hayamos hecho bien, que llegará un día, irremediablemente, en que os separaréis de nosotros, orgullosos de vuestra libertad?
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